Autor del destacado techo del Tocador de Señoras, el MUBAM le homenajea con una retrospectiva de su vida y obra
Por José Marín-Baldo Gómez.
No es fácil plasmar de forma fiel la vida y obra de un artista, pero es lo que ha conseguido la exposición “Jose Marín-Baldo. Un viaje por el paisaje”, que recoge en el MUBAM más de 100 piezas artísticas y personales del pintor hasta el 19 de abril. En ella se puede apreciar casi toda su obra cronológicamente, contemplando tanto su lado paisajístico como retratista y como no, como ilustrador. La muestra nos llevar a través de bonitas estampas tanto de nuestra tierra como de Granada, Venecia, Saint Tropez hasta incluso el Mont Blanc. Además de su obra, también se incluyen sus propios útiles de pintura, su caballete, libros, objetos personales, fotografías y documentos personales que ayudarán a comprender mejor la personalidad de este ilustre personaje que llevó su murcianía en su corazón y que hoy, con esta exposición, la ciudad de Murcia rinde un meritorio homenaje a este paisano.
José Marín-Baldo y Burgueros, aunque de origen murciano, nació en la ciudad de Almería el 16 de junio de 1864, de donde su padre fue Arquitecto Provincial. Tuvo la gran fortuna de nacer en el seno de una acomodada y cosmopolita familia. Hijo del ilustre murciano José Marín-Baldo y Cachia (1828-1891), que fuera reputado arquitecto en la corte de Madrid y condecorado con medalla de oro en la Exposición Universal de Filadelfia de 1876, y nieto por línea paterna del también ilustre Salvador Marín-Baldo y Fullea (1804-1872) alcalde-corregidor de la ciudad de Murcia. Falleció en Gerona el 14 de junio de 1925. Estuvo casado con Emilie Kaufmann Baumert, de Alsacia. Hija de Joseph y Caroline Kaufmann.
Su infancia transcurrió rodeada de toda una élite cultural y personalidades de su época, debido al renombre que pronto su padre adquirió en la corte y a los continuos viajes del mismo a París. Desde su infancia, su padre atisbo grandes dotes artísticas, siendo por ello en un principio su mejor maestro, presentando ambos, padre e hijo, diversas obras en exposiciones, como la llevada a cabo en noviembre de 1884 en Madrid y organizada por la Asociación de Escritores y Artistas de dicha ciudad, o las celebradas en el salón del periódico El Globo de Madrid en 1884, 1887 y 1916.
Durante su estancia en Madrid, Marín-Baldo, inició sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que su padre fue nombrado Académico Correspondiente el 29 de marzo de 1875. Allí maduró sus dotes artísticas con las influencias del círculo social, literario y artístico en la que se movía.
En 1887 Jose Marín-Baldo regresa con su familia a Murcia recibiendo diversos trabajos que le conllevara el ofrecimiento de una beca de la Diputación Provincial para realizar estudios de pintura en París. Como agradecimiento a la beca de la Diputación Provincial de Murcia, Marín-Baldo hace entrega a la ciudad de un paisaje al óleo cuya temática paisajista muestra los Jardines de Luxemburgo, en la ciudad de París. Dicho cuadro, pasó a los fondos del Museo de Bellas Artes de Murcia en 1930 y actualmente se puede ver en el MUBAM.
Durante su estancia en París, recibió el encargo de la familia Bonaparte para pintar un abanico que fue entregado como presente a SAR María Letizia Bonaparte, princesa de Napoleón y futura Duquesa de Aosta con motivo de su enlace con Amadeo de Saboya, que años atrás fuera Rey de España. Este hecho muestra el reconocimiento que pronto adquiere M. Baldo, como es conocido en París, y que le grajeo gran fama y diversos encargos entre la burguesía acomodada. De esta larga etapa en París (1901-1918), podemos contemplar hoy día muchas de sus obras que se exponen en MUBAM.
En 1918 Marín- Baldo vuelve a España, concretamente a Gerona donde obtiene plaza de profesor numerario en la Escuela Normal de Gerona y donde obtiene el título de catedrático. Durante esta etapa final alterna la docencia con el retrato, realizando diversas exposiciones de su obra, obteniendo por ello encargos de la aristocracia gerundense, hasta el final de su vida, un 14 de junio de 1925.
No podemos terminar este pequeño bosquejo biográfico sin mencionar el hecho de que en 1922 la directiva del Casino de Murcia le encargó la decoración del techo del Tocador de Señoras y, tras varios proyectos, terminó realizando una Alegoría de la Noche o El embrujo de Selene, que hoy día, sigue siendo de admiración para todos los transeúntes, en especial la figura con las alas en llamas que cae del cielo y que desde cualquier punto del tocador nos sigue con la mirada. Todo un efecto óptico digno de un gran maestro. Los visitantes de la exposición del MUBAM se beneficiarán de una entrada reducida de 2 euros para poder contemplar esta gran obra.