El magnífico Salón de Baile del Real Casino de Murcia se quedó pequeño para acoger a la gran cantidad de asistentes que se acercaron a escuchar al artista blanqueño Pedro Cano, que mostró su lado más personal y se abrió al público en una ponencia titulada ‘7 décadas / 7 cuadros’, en la que enseñó y explicó siete óleos especialmente significativos para el artista.
En una sala con el aforo a rebosar, donde multitud de personas permanecieron de pie durante todo el acto, Pedro Cano hizo un repaso de su trayectoria vital y artística, desde su infancia en Blanca a su estancia en Roma, rememorando viajes por Latinoamérica o un periodo de especial intensidad en Nueva York, donde luchó por ser fiel a su propia esencia y no perder la pureza, “quería seguir siendo yo mismo”, manifestó.
“Tuve una infancia muy feliz pero cuando tenía 11 años murió mi padre y aquello fue tremendo. Yo empecé a pintar por eso. Hasta ese momento vivía en una especie de paraíso. Me sentía muy querido. Era el más pequeño de tres hermanos y estaba muy protegido. Lo que pasa es que la muerte de mi padre fue un hachazo y yo lo llevé muy mal”.
Todo lo que ha pasado Pedro Cano desde ese momento hasta la actualidad lo desveló en “7 décadas / 7 cuadros”, un inusual y ambicioso proyecto que tuvo un éxito rotundo. “Quería contar qué significa ser pintor, el oficio, toda una vida dedicada a la pintura. Me parece muy bonito recorrer siete décadas de mi vida a través de siete cuadros. El primero lo pinté con 11 años y el último aún lo estoy terminando”, cuenta. “Son cuadros que se han quedado conmigo por distintas circunstancias. Hay algo especial en ellos y la mayoría no se habían mostrado hasta ahora en público.”
“Todo es pura casualidad en la vida”, asegura el pintor. “Si mi padre no hubiera muerto, quizás yo no sería pintor. He tenido una familia que nunca me ha dado importancia. No tenía conciencia de ser especial: era mi trabajo y ya está”. ¿Y qué queda de aquel niño en el Pedro Cano de hoy? “La curiosidad es la misma. Sigo teniendo ganas de hacer y de conocer, de saber cosas. Me ha acompañado toda la vida. Es un regalo grande tener esa capacidad y espero no perderlo nunca”.