Por unos instantes, el Congresillo del Real Casino de Murcia ha pasado a convertirse en escenario. En el lugar donde iba a intervenir la autora del libro a punto de presentarse, una intérprete con una máscara permanecía quieta y en silencio, mientras una pantalla mostraba una sola palabra: loading.
Era la performance inicial de la presentación de Miau, miau, miau (Sala Ultramar Edicions, 2021), de la creadora escénica Andrea Martínez – ‘Melena Androide’, en su nick en redes-. El libro se ha presentado en un diálogo con Blanca Escobar, actriz y gestora cultural, que ha introducido a la autora y moderado una charla donde también el público ha podido intervenir para lanzar sus preguntas.
La obra es el resultado de las residencias de la VI Autoría convocada por Sala Ultramar, que tuvo a la creadora como ganadora. En ellas, la autora pudo desarrollar la puesta en escena de su propuesta, además de estrenarla. Se trata de una dramaturgia que es continuación de Wof, wof, wof, primera pieza escénica de Andrea Martínez; y que gira en torno al mundo de los usuarios de internet, la deshumanización y los cambios que ha traído la era digital.
Durante el diálogo, se han ido recordando escenas del libro conectadas a distintas realidades de lo digital, que daban pie a lanzar interrogantes y a una breve reflexión por parte de la autora. El comentario a los distintos episodios dejaba ver, además, cómo el libro juega con nuevos lenguajes escénicos. Una muestra de ello es que en su puesta en escena los actores no tienen voz. “Me planteé si era posible que haya actores en escena sin que el texto y la voz pasen necesariamente a través de ellos”, cuenta Andrea Martínez; y explica cómo se inspiró en audios editados de distintas formas, entre ellos el del asistente de Google Maps, para que las voces que sonaran en el escenario quedaran ocultas y modificadas en lo digital.
Otros recursos contenidos en la obra son las notas a pie de página, frecuentes durante la pieza; así como los saltos en el tiempo: si en Wof, wof, wof la acción se desarrollaba en años diferentes -2019, 1933, 2050…-, en Miau, miau, miau, las escenas tienen lugar en distintas horas de un mismo día.
Entre los interrogantes que lanzan las escenas, y que iba planteando Blanca Escobar, está si lo digital se ha convertido en un refugio. “Para mí lo es. Lo que imagino es que tiene peligro a largo plazo, porque hay mucha gente que puede quedar atrapada, que se va a refugiar ahí y no va a salir”, reflexiona Andrea Martínez, por la posibilidad de buscar aislarse en internet. “Creo que hay un desencanto con la realidad, y en el mundo digital se abren infinitas posibilidades. Con un filtro se puede modificar todo. Te puedes hacer a medida”, y continúa: “Hay un contraste con la realidad, y lo digital se presenta realmente como una especie de Narnia”.
Ante la pregunta de si lo virtual acabará teniendo la misma importancia que lo físico, Andrea Martínez lo tiene claro: “Yo creo que nunca va a tener el mismo valor. Al final tener a una persona delante de ti es algo radicalmente distinto, pero sí creo que esto puede ir a más, porque todo va hacia lo digital”. De hecho, desconectar puede ser hasta un regalo: “cuando vas a un sitio y no hay cobertura, es un momento de estar presente, no te puedes refugiar”, recalca la autora.
Miau, miau, miau se representará el 11 de junio en Cigarreras (Alicante), con Murcia como uno de los destinos donde Andrea Martínez querría llevar su puesta en escena. Mientras, la obra ya ha quedado recogida en un libro que juega con el lenguaje, lo digital y lo narrativo, y que, al igual que en el diálogo vivido en su presentación, da pie a reflexionar sobre la repercusión de lo virtual en lo cotidiano.